¿Amante del buen vivir?

Un sólo sitio, varios ambientes

La cocina francesa en todo su esplendor. Porque la calidad de los productos es esencial, Mon Coco se esfuerza por ofrecer platos caseros, hechos con productos frescos y cuidadosamente seleccionados. El menú evoluciona según las estaciones, : el mercado y el humor del Chef

Mon Coco para el desayuno, para la merienda o simplemente para tomar un café. Nuestro establecimiento está abierto de forma continua, ofreciendo un menú gourmet para los más golosos. Nuestras creaciones de bebidas calientes, imaginadas por W.M Signature, sin duda te dejarán sin palabras y con ganas de querer volver.

Al caer la noche, Mon Coco abre las puertas de su bar privado, donde su sala de fumadores, su bodega de cigarros y sus cócteles exclusivos te esperan. Una selección exquisita de alcohol, el conocimiento de los mixólogos y el ambiente acogedor te seducirán, con, además, una vista impresionante sobre la emblemática Place de la République.

Mon Coco para

Brindar, Compartir, Comer

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Mon Coco para todos

Un sitio simple, convivial y generoso

BRINDAR

En el Bar, Mon Coco se ha aliado con un experto en mixología para presentar una carta de cócteles a medida y novedosa. Todo ocurre en el nivel superior, en un ambiente acogedor e íntimo, donde Mon Coco reinventa los códigos de los clubes privados ingleses con su bodega de cigarros, su sala de fumadores y sus sillones de cuero o terciopelo, todo en un estilo muy moderno acompañado de DJ sets todos los fines de semana.

COMPARTIR

En Mon Coco, se puede venir a disfrutar todo el año. En invierno por su decoración cálida y vegetal que refuerza la sensación de bienestar. En los días soleados por su gran terraza orientada al sur.

En cuanto a la estética, también disfrutamos de muchas reinterpretaciones de los códigos de La República en elementos decorativos.

COMER

En cuanto a los Platos, Mon Coco deleitará a los amantes de la comida con un sencillo menú de brasería pautado por los productos de temporada. Los más curiosos podrán compartir este momento en la gran mesa de anfitriones de la planta baja y prestarse al juego de conocer a sus vecinos de mesa o apoyarse en la barra para echar un vistazo a la cocina.